Mis días de pocas horas de sueño, en las que me quedaba despierto hasta que veía el primer rayo de luz desde la ventana indicándome que tan solo podría dormir menos de media hora, continuaban, Pero no me importaba, estaba más concentrado en otras cosas.
“Nekocute: ¡Hola!”
“Blackstar: Buenas noches”
¿De que se trata todo esto? Simplemente estoy platicando con alguien por chat, un chico que conocí…A partir de un foro yaoi, si no es una novedad.
He platicado con muchas personas diferentes…Con él es especial, por lo menos yo siento eso. En todo este tiempo me ha llenado de una alegría que no puedo definir con palabras, si lo hiciera sabría que me quedaría corto. En la pagina me llamo tanto la atención, que simplemente al ver su correo lo agregue sin pensarlo dos veces, fue un impulso demasiado fuerte para ser verdadero.
Pero mi padre se equivoca, no es hace una semana…Sino hace más de un mes que me desvelo, por hablar con él.
Siquiera se donde vive, ni su nombre real, tampoco él sabe el mío…Hay que ser un poco precavido con esas cosas. Pero igual, su apodo me basta para reconocerlo y su forma de ser también…Ya, su forma de escribir, finalcabo solo leo palabras, pero puedo sentir que es sincero…O eso yo quiero creer.
“Nekocute: Black… ¿Eres sincero cuando hablas conmigo?”
Estaba tardando en responder, más de lo común. No, no me estoy poniendo nervioso ni preocupado…Solo que es extraño. Yo siempre he sido sincero con él, exceptuando los detalles que dije antes. Hasta le he contado de mi orientación…
“Blackstar: Tal vez no te habré dicho como me llamo, en donde queda la casa en la que vivo todos los días…Pero el resto, lo que te he contado es verdad. ¿Por qué me preguntas algo así?”
“Nekocute: Es que, como sabes, no se puede confiar mucho en la gente de internet”
“Blackstar: A mi eso no me importa, yo soy sincero contigo, por que siento que puedo serlo y a pesar de todo, te he tomado como un amigo.”
Cada palabra que escribe me hace sonrojar, no se, no tendrá sentido, pero no puedo evitar que mi rostro se tiña del mismo color que mis cortinas. Me llena de una alegría tan inmensa…
“Blackstar: Además tu también puedes confiar en mi.”
“Nekocute: Claro, sino no te hubiese dicho que me gustan los chicos”
Además que tú eres apenas la segunda persona que se lo he dicho yo…y que no se ha enterado por otros medios.
“Blackstar: Hablando de gustar chicos…Tú sabes que antes veía yaoi tan solo por aburrimiento”
“Nekocute: Sip”
“Blackstar: Me di cuenta que no me aburre ahora, sino que ha llegado a gustarme”
“Nekocute: ¡Qué bueno que sea así!”
Aunque, sinceramente, ya me había dado cuenta. Sino no se sabría los nombres de los personajes de las series yaoi.
“Blackstar: Todo paso gracias a ti, sino te hubiese hablado, seguramente siquiera me atrevería a ver 30 minutos consecutivos de algún anime yaoi.”
¿Gracias a mí? Pero yo…No he hecho nada, solo platicar con él por chat.
“Blackstar: Me has hecho entender tantas cosas y me has abierto la mente. Hasta he llegado a comprender que no esta mal la homosexualidad y que personas del mismo sexo se amen.”
“Nekocute: No puedo creer que haya llegado a hacer todo eso, je”
“Blackstar: Pero lo has hecho”
¿Qué es esta sensación en mi pecho? ¿Por qué estoy empezando a llorar?
“Blackstar: Te lo agradezco demasiado Neko, eres un chico muy bueno, gracias por hablarme todas estas noches.”
“Nekocute: De nada”
“BlackStar: Ahora me tengo que desconectar, pero sabes, debo contarte que cada vez que lo pienso, jamás conseguí querer a las chicas que han estado conmigo.”
“Nekocute: ¿A que te refieres?”
“BlackStar: Es que me atraen las chicas…Pero me di cuenta que tal vez, no llegan a tocar mi corazón mis ex novias. Hasta creo, que puedo ser bisexual.”
“Nekocute: ¿Yo también te he hecho ver eso?”
Rió en letras, pero lo hizo y yo también lo seguí ¿Por qué toda esta confesión de repente? ¿Y por qué sigo llorando de esta manera?
“Blackstar: Ahora si, adiós y duerme bien.”
Si puedo llegar a hacerlo…Aunque lo dudo, aunque ya se haya desconectado, aún puedo seguir sintiendo la misma sensación que vivía mientras continuaba la conversación. Mi corazón latía muy fuerte, pero a la vez cristalinas lágrimas no dejaban de recorrer mi rostro.
Mis pensamientos empezaron a ordenarse…y pude entender mis sentimientos. Estaba comenzando a amar, a aquellas letras…No, a blackstar, la persona que estaba detrás de aquel monitor, quien sabe donde. Lo sentía tan cerca con cada letra que me dedicaba, con cada uno de sus relatos…Con cada uno de sus consejos.
¿Pero por qué a la vez estaba triste? Debería estar feliz, quería a alguien. Pero… Mis lagrimas reflejaban la verdad, no quiero dejar ir al otro sentimiento…Aún no quiero sacar a Sebastian de mi corazón.
En estos momentos no entiendo que hacer, que pasos dar…Qué será lo correcto. Sea la decisión que toma al respecto…Se que me dolerá más que ahora. Tal vez lo mejor sea callar todo, estar como antes.
Tan solo hablar con blackstar por diversión…Y ver a Sebastian como mi mejor amigo. Mis amores prohibidos, lejos y cercanos. Pero igual de imposibles.
-Debo dejar de llorar.- sosteniéndome la cabeza, como si eso detuviera mi llanto, era inútil, me mantuve por el resto de la hora llorando. Hasta que mi cuerpo se canso y termino extendido en mi cama.
Me arden los ojos y me ha agarrado la más fuerte jaqueca que he llegado a tener en estos años. Temblaba, me sentía impotente, me había quebrado completamente…y todo por palabras, que habían despertado mi desgracia interior de nuevo.
-Martín, tienes que despertarte.-mi madre entro a mi habitación y me vio de espaldas en mi lecho. Podía notar como temblaba y susurraba palabras inentendibles.-¿Te encuentras bien querido?-
-No mama, No estoy bien.-no podía mentirme, siquiera tenia fuerzas como para decir más de diez palabras consecutivas.
-¡Tienes fiebre!-me toca mi cabeza y era verdad, estaba hirviendo.- Pobre mi bebe, seguro tendrás gripe, siempre te ocurre en estas épocas. Tendrás que quedarte en cama por unos días.-me besa la frente y sale de la habitación…Seguro para traer alguna de sus medicinas caseras.
-No puede ser que tanta tristeza me haya enfermado…-me gire con las fuerzas que tenia para ver la puerta que daba al pasillo.-O seguro será el virus de la gripe, siempre me tiene que agarrar en los momentos menos oportunos.-reproche, me sentía mal del corazón y ahora de salud, lo que me faltaba.
-¿Quieres sopa mi angelito?-
-¿Sopa?-odio la sopa…-Claro mamá.-seguramente habría perdido el gusto con la enfermedad… Eso espero, sino lo perderé luego de comer, es lo mismo.
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-Hola Natalie.-mira a un lado de la chica, pero nota que faltaba algo…-¿Y Martín?-
-¡Ah! Es que el pobre se enfermo.-
-Ya veo…Bueno, vamos que hoy tengo un examen de historia y no quiero llegar tarde.- ambos entran al instituto.
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-Nada mejor que estar en la cama luego de haber saboreado una espantosa sopa…Lo único positivo, la laptop de mi padre, que como siempre, se la ha olvidado.-teclee rápidamente la contraseña. Que había obtenido, gracias a la poca posibilidad de mentir de mi padre, algo en común tenemos.-Pero igual sigo ocultando mis sentimientos por Sebas, aunque a veces soy demasiado obvio.-Mejor me detengo, no quiero comenzar a llorar de nuevo. Limpio mis ojos y miro la pantalla.- ¿Que puedo ver?-buscando videos.
-¡Mi angelito! ¡Tienes visitas!- ¿Eh?
-¿Mi angelito?-pronuncia una voz que es imposible que no reconozca.
-¿Qué-é haces aquí Sebast-tian?-cierro la laptop de repente, me había sorprendido, siquiera me queje de la burla que me había hecho.
-Que linda forma de recibir a tu mejor amigo.- sentándose en la punta de la cama y me observa con su mirada dominante.
-Lo siento.-al ver sus ojos por simple impulso me disculpe…Aunque no tenia razón para hacerlo, lo sé.- ¿Estas preocupado por m-mí?-
-¿Me estas bromeando, no? Y deja de tartamudear, que pareces disco rayado.-se me queda mirando.- ¿Ya te ha subido más la fiebre?-choca su frente con la mía.
Tanta cercanía me hacia sentir que me asfixiaba, no me había subido la fiebre, los nervios me habían llevado a sonrojarme y ahora, sentía que en cualquier momento me agarraría un infarto si no se alejaba.
-Puede ser.-me corrí para atrás para alejarlo de mí.
-No te alejes, tu eres el enfermo no yo ¿Estas por llorar?-ve que mis ojos se habían humedecido.- Aunque ya es común que llores…Siempre lo hacías cuando te enfermabas y venia a visitarte.- Lo recuerda…
-Me ponía a llorar por que me sentía feliz.-llevando una mano a mi ojo izquierdo.
-¿Feliz?-se ríe un poco, pero al segundo se pone serio nuevamente-¿Acaso ahora no estas feliz?-como detesto que puede ver a través de mi de esta manera.
-No me ocurre nada Sebas.-
-¡No me mientas!-me sostiene con fuerza de los brazos.- ¡¿Acaso no recuerdas que te dije que puedes contarme lo que sea?!-
-Sebas…Me lastimas agarrándome de esa manera.- conteniéndome un grito de dolor, tiene mucha fuerza, debo admitirlo.
-Es…Lo siento.-me suelta rápidamente.-No me estaba dando cuenta de lo que hacia.- agarrándose la cabeza mientras evitaba tener contacto visual conmigo por unos minutos.-Me preocupas Martín…Sabes que eres como un hermano para mi.-
-Lo se Sebastian…-ese tono era el más tierno y sincero que podía escuchar saliendo por sus labios. Hablando de esa manera, me hacia olvidar como me había tratado minutos atrás.-Lo que me ocurre es que algo me esta lastimando demasiado.-estaba decidido a hablarle, no había vuelta atrás.
-Cuentame, te escuchare.-se apoya contra la pared, pero aún no se había decidido a mirarme.
-He platicado con una persona…Que me ha caído muy bien.-
-¿Y qué tiene de malo eso?-
-Ya iba a llegar a eso.-me asiente con la cabeza dejándome continuar.-En todo este tiempo, he llegado a…tomarle mucho afecto. No me digas que es muy malo querer a alguien que solo le hablas por internet, sin conocerlo ni…-
-No digas más.-me había detenido poniendo un dedo en mis labios, podía sentir como de nuevo mis mejillas ardían.- No te dire nada, sin importar la situación, si tu quieres a esa persona, no importa, siquiera si la has visto o no, yo no te criticare por eso, es tu vida Martín.-vuelve a sentarse donde estaba antes.
-Seb…-me había dejado sin palabras luego de lo que había hecho. El sonrojo de mis mejillas iba desapareciendo cada vez que veía ese rostro preocupado…Pero sincero.- Sebastian gracias.-
-No tienes nada que agradecerme idiota, finalcabo solo te he sido sincero.-apoya su cabeza contra sus rodillas.- Yo quiero que este bien mi mejor amigo, solo eso. Además de qué debes pensar bien y si de en verdad quieres a esa persona, díselo y ya. Si no corresponde tus sentimientos, simplemente aquí me tienes para que te de mi hombro…O sino, voy y la golpeo ¿Ok?-
-Jaja…De acuerdo.-la forma en que lo había dicho lo último me había hecho reír.- Excepto lo de golpear, no quiero que lo asesines ni nada parecido.-
-Que aburrido eres.-
-Y tú eres muy violento.-rei.
- Mi presencia siempre arregla todo. Ahora ya estas riendo y pareces menos deprimido.-
-Tienes razón y me duele menos la cabeza.-
-¡Ves! ¡Siempre tengo razón! ¡Como me amo!-con su ataque de ego, aunque le queda bien que sea tan egocéntrico a veces, además que lo hace con gracia-Ah cierto, una chica de tu curso me dijo que te diera esto.- pensé que seria un dulce o algo así…Pero no.
-¿Y todo esto?-mirando una pila de libros y hojas.
-Tarea, sobre todo muchos números, vas a estar entretenido. Se feliz, el profesor de matemáticas se acordó de ti.- burlándose de mi estado de shock.-Nadie se muere con las ecuaciones.-
-Eso es lo que tú crees.-
-Ya, que exagerado eres, te saldrá bien, solo pon atención y veras que te saldrá. Sino…Pues, llámame así te explico.-
-Mejor no, no te quiero molestar tanto…Intentare sacrificarme por mi mismo.-me da un golpe en la cabeza.
-Deja de hacer eso y pon atención en la tarea. Además que también concéntrate en recuperarte, ya que el instituto extrañara tus idioteces.-
-No tanto como extrañarían al popular Sebastian, si se desapareciera, las chicas morirán sin verle.-
-Que gracioso.-un golpe con más suavidad.-De enserio, cuídate, hasta luego.-se va de mi cuarto.
Al final no le había dicho todo lo que me afectaba…No pude llegar a decírselo. Siquiera se si se habrá dado cuenta que aquella persona, era un chico y creo que hoy no lo sabré.
Ahora estoy así, en mi cama, con mucha tarea, una molesta gripe, frustración y…Sabiendo que cada día, me enamoro más de Sebastian.
“Nekocute: ¡Hola!”
“Blackstar: Buenas noches”
¿De que se trata todo esto? Simplemente estoy platicando con alguien por chat, un chico que conocí…A partir de un foro yaoi, si no es una novedad.
He platicado con muchas personas diferentes…Con él es especial, por lo menos yo siento eso. En todo este tiempo me ha llenado de una alegría que no puedo definir con palabras, si lo hiciera sabría que me quedaría corto. En la pagina me llamo tanto la atención, que simplemente al ver su correo lo agregue sin pensarlo dos veces, fue un impulso demasiado fuerte para ser verdadero.
Pero mi padre se equivoca, no es hace una semana…Sino hace más de un mes que me desvelo, por hablar con él.
Siquiera se donde vive, ni su nombre real, tampoco él sabe el mío…Hay que ser un poco precavido con esas cosas. Pero igual, su apodo me basta para reconocerlo y su forma de ser también…Ya, su forma de escribir, finalcabo solo leo palabras, pero puedo sentir que es sincero…O eso yo quiero creer.
“Nekocute: Black… ¿Eres sincero cuando hablas conmigo?”
Estaba tardando en responder, más de lo común. No, no me estoy poniendo nervioso ni preocupado…Solo que es extraño. Yo siempre he sido sincero con él, exceptuando los detalles que dije antes. Hasta le he contado de mi orientación…
“Blackstar: Tal vez no te habré dicho como me llamo, en donde queda la casa en la que vivo todos los días…Pero el resto, lo que te he contado es verdad. ¿Por qué me preguntas algo así?”
“Nekocute: Es que, como sabes, no se puede confiar mucho en la gente de internet”
“Blackstar: A mi eso no me importa, yo soy sincero contigo, por que siento que puedo serlo y a pesar de todo, te he tomado como un amigo.”
Cada palabra que escribe me hace sonrojar, no se, no tendrá sentido, pero no puedo evitar que mi rostro se tiña del mismo color que mis cortinas. Me llena de una alegría tan inmensa…
“Blackstar: Además tu también puedes confiar en mi.”
“Nekocute: Claro, sino no te hubiese dicho que me gustan los chicos”
Además que tú eres apenas la segunda persona que se lo he dicho yo…y que no se ha enterado por otros medios.
“Blackstar: Hablando de gustar chicos…Tú sabes que antes veía yaoi tan solo por aburrimiento”
“Nekocute: Sip”
“Blackstar: Me di cuenta que no me aburre ahora, sino que ha llegado a gustarme”
“Nekocute: ¡Qué bueno que sea así!”
Aunque, sinceramente, ya me había dado cuenta. Sino no se sabría los nombres de los personajes de las series yaoi.
“Blackstar: Todo paso gracias a ti, sino te hubiese hablado, seguramente siquiera me atrevería a ver 30 minutos consecutivos de algún anime yaoi.”
¿Gracias a mí? Pero yo…No he hecho nada, solo platicar con él por chat.
“Blackstar: Me has hecho entender tantas cosas y me has abierto la mente. Hasta he llegado a comprender que no esta mal la homosexualidad y que personas del mismo sexo se amen.”
“Nekocute: No puedo creer que haya llegado a hacer todo eso, je”
“Blackstar: Pero lo has hecho”
¿Qué es esta sensación en mi pecho? ¿Por qué estoy empezando a llorar?
“Blackstar: Te lo agradezco demasiado Neko, eres un chico muy bueno, gracias por hablarme todas estas noches.”
“Nekocute: De nada”
“BlackStar: Ahora me tengo que desconectar, pero sabes, debo contarte que cada vez que lo pienso, jamás conseguí querer a las chicas que han estado conmigo.”
“Nekocute: ¿A que te refieres?”
“BlackStar: Es que me atraen las chicas…Pero me di cuenta que tal vez, no llegan a tocar mi corazón mis ex novias. Hasta creo, que puedo ser bisexual.”
“Nekocute: ¿Yo también te he hecho ver eso?”
Rió en letras, pero lo hizo y yo también lo seguí ¿Por qué toda esta confesión de repente? ¿Y por qué sigo llorando de esta manera?
“Blackstar: Ahora si, adiós y duerme bien.”
Si puedo llegar a hacerlo…Aunque lo dudo, aunque ya se haya desconectado, aún puedo seguir sintiendo la misma sensación que vivía mientras continuaba la conversación. Mi corazón latía muy fuerte, pero a la vez cristalinas lágrimas no dejaban de recorrer mi rostro.
Mis pensamientos empezaron a ordenarse…y pude entender mis sentimientos. Estaba comenzando a amar, a aquellas letras…No, a blackstar, la persona que estaba detrás de aquel monitor, quien sabe donde. Lo sentía tan cerca con cada letra que me dedicaba, con cada uno de sus relatos…Con cada uno de sus consejos.
¿Pero por qué a la vez estaba triste? Debería estar feliz, quería a alguien. Pero… Mis lagrimas reflejaban la verdad, no quiero dejar ir al otro sentimiento…Aún no quiero sacar a Sebastian de mi corazón.
En estos momentos no entiendo que hacer, que pasos dar…Qué será lo correcto. Sea la decisión que toma al respecto…Se que me dolerá más que ahora. Tal vez lo mejor sea callar todo, estar como antes.
Tan solo hablar con blackstar por diversión…Y ver a Sebastian como mi mejor amigo. Mis amores prohibidos, lejos y cercanos. Pero igual de imposibles.
-Debo dejar de llorar.- sosteniéndome la cabeza, como si eso detuviera mi llanto, era inútil, me mantuve por el resto de la hora llorando. Hasta que mi cuerpo se canso y termino extendido en mi cama.
Me arden los ojos y me ha agarrado la más fuerte jaqueca que he llegado a tener en estos años. Temblaba, me sentía impotente, me había quebrado completamente…y todo por palabras, que habían despertado mi desgracia interior de nuevo.
-Martín, tienes que despertarte.-mi madre entro a mi habitación y me vio de espaldas en mi lecho. Podía notar como temblaba y susurraba palabras inentendibles.-¿Te encuentras bien querido?-
-No mama, No estoy bien.-no podía mentirme, siquiera tenia fuerzas como para decir más de diez palabras consecutivas.
-¡Tienes fiebre!-me toca mi cabeza y era verdad, estaba hirviendo.- Pobre mi bebe, seguro tendrás gripe, siempre te ocurre en estas épocas. Tendrás que quedarte en cama por unos días.-me besa la frente y sale de la habitación…Seguro para traer alguna de sus medicinas caseras.
-No puede ser que tanta tristeza me haya enfermado…-me gire con las fuerzas que tenia para ver la puerta que daba al pasillo.-O seguro será el virus de la gripe, siempre me tiene que agarrar en los momentos menos oportunos.-reproche, me sentía mal del corazón y ahora de salud, lo que me faltaba.
-¿Quieres sopa mi angelito?-
-¿Sopa?-odio la sopa…-Claro mamá.-seguramente habría perdido el gusto con la enfermedad… Eso espero, sino lo perderé luego de comer, es lo mismo.
-Hola Natalie.-mira a un lado de la chica, pero nota que faltaba algo…-¿Y Martín?-
-¡Ah! Es que el pobre se enfermo.-
-Ya veo…Bueno, vamos que hoy tengo un examen de historia y no quiero llegar tarde.- ambos entran al instituto.
o------------------------------o
-Nada mejor que estar en la cama luego de haber saboreado una espantosa sopa…Lo único positivo, la laptop de mi padre, que como siempre, se la ha olvidado.-teclee rápidamente la contraseña. Que había obtenido, gracias a la poca posibilidad de mentir de mi padre, algo en común tenemos.-Pero igual sigo ocultando mis sentimientos por Sebas, aunque a veces soy demasiado obvio.-Mejor me detengo, no quiero comenzar a llorar de nuevo. Limpio mis ojos y miro la pantalla.- ¿Que puedo ver?-buscando videos.
-¡Mi angelito! ¡Tienes visitas!- ¿Eh?
-¿Mi angelito?-pronuncia una voz que es imposible que no reconozca.
-¿Qué-é haces aquí Sebast-tian?-cierro la laptop de repente, me había sorprendido, siquiera me queje de la burla que me había hecho.
-Que linda forma de recibir a tu mejor amigo.- sentándose en la punta de la cama y me observa con su mirada dominante.
-Lo siento.-al ver sus ojos por simple impulso me disculpe…Aunque no tenia razón para hacerlo, lo sé.- ¿Estas preocupado por m-mí?-
-¿Me estas bromeando, no? Y deja de tartamudear, que pareces disco rayado.-se me queda mirando.- ¿Ya te ha subido más la fiebre?-choca su frente con la mía.
Tanta cercanía me hacia sentir que me asfixiaba, no me había subido la fiebre, los nervios me habían llevado a sonrojarme y ahora, sentía que en cualquier momento me agarraría un infarto si no se alejaba.
-Puede ser.-me corrí para atrás para alejarlo de mí.
-No te alejes, tu eres el enfermo no yo ¿Estas por llorar?-ve que mis ojos se habían humedecido.- Aunque ya es común que llores…Siempre lo hacías cuando te enfermabas y venia a visitarte.- Lo recuerda…
-Me ponía a llorar por que me sentía feliz.-llevando una mano a mi ojo izquierdo.
-¿Feliz?-se ríe un poco, pero al segundo se pone serio nuevamente-¿Acaso ahora no estas feliz?-como detesto que puede ver a través de mi de esta manera.
-No me ocurre nada Sebas.-
-¡No me mientas!-me sostiene con fuerza de los brazos.- ¡¿Acaso no recuerdas que te dije que puedes contarme lo que sea?!-
-Sebas…Me lastimas agarrándome de esa manera.- conteniéndome un grito de dolor, tiene mucha fuerza, debo admitirlo.
-Es…Lo siento.-me suelta rápidamente.-No me estaba dando cuenta de lo que hacia.- agarrándose la cabeza mientras evitaba tener contacto visual conmigo por unos minutos.-Me preocupas Martín…Sabes que eres como un hermano para mi.-
-Lo se Sebastian…-ese tono era el más tierno y sincero que podía escuchar saliendo por sus labios. Hablando de esa manera, me hacia olvidar como me había tratado minutos atrás.-Lo que me ocurre es que algo me esta lastimando demasiado.-estaba decidido a hablarle, no había vuelta atrás.
-Cuentame, te escuchare.-se apoya contra la pared, pero aún no se había decidido a mirarme.
-He platicado con una persona…Que me ha caído muy bien.-
-¿Y qué tiene de malo eso?-
-Ya iba a llegar a eso.-me asiente con la cabeza dejándome continuar.-En todo este tiempo, he llegado a…tomarle mucho afecto. No me digas que es muy malo querer a alguien que solo le hablas por internet, sin conocerlo ni…-
-No digas más.-me había detenido poniendo un dedo en mis labios, podía sentir como de nuevo mis mejillas ardían.- No te dire nada, sin importar la situación, si tu quieres a esa persona, no importa, siquiera si la has visto o no, yo no te criticare por eso, es tu vida Martín.-vuelve a sentarse donde estaba antes.
-Seb…-me había dejado sin palabras luego de lo que había hecho. El sonrojo de mis mejillas iba desapareciendo cada vez que veía ese rostro preocupado…Pero sincero.- Sebastian gracias.-
-No tienes nada que agradecerme idiota, finalcabo solo te he sido sincero.-apoya su cabeza contra sus rodillas.- Yo quiero que este bien mi mejor amigo, solo eso. Además de qué debes pensar bien y si de en verdad quieres a esa persona, díselo y ya. Si no corresponde tus sentimientos, simplemente aquí me tienes para que te de mi hombro…O sino, voy y la golpeo ¿Ok?-
-Jaja…De acuerdo.-la forma en que lo había dicho lo último me había hecho reír.- Excepto lo de golpear, no quiero que lo asesines ni nada parecido.-
-Que aburrido eres.-
-Y tú eres muy violento.-rei.
- Mi presencia siempre arregla todo. Ahora ya estas riendo y pareces menos deprimido.-
-Tienes razón y me duele menos la cabeza.-
-¡Ves! ¡Siempre tengo razón! ¡Como me amo!-con su ataque de ego, aunque le queda bien que sea tan egocéntrico a veces, además que lo hace con gracia-Ah cierto, una chica de tu curso me dijo que te diera esto.- pensé que seria un dulce o algo así…Pero no.
-¿Y todo esto?-mirando una pila de libros y hojas.
-Tarea, sobre todo muchos números, vas a estar entretenido. Se feliz, el profesor de matemáticas se acordó de ti.- burlándose de mi estado de shock.-Nadie se muere con las ecuaciones.-
-Eso es lo que tú crees.-
-Ya, que exagerado eres, te saldrá bien, solo pon atención y veras que te saldrá. Sino…Pues, llámame así te explico.-
-Mejor no, no te quiero molestar tanto…Intentare sacrificarme por mi mismo.-me da un golpe en la cabeza.
-Deja de hacer eso y pon atención en la tarea. Además que también concéntrate en recuperarte, ya que el instituto extrañara tus idioteces.-
-No tanto como extrañarían al popular Sebastian, si se desapareciera, las chicas morirán sin verle.-
-Que gracioso.-un golpe con más suavidad.-De enserio, cuídate, hasta luego.-se va de mi cuarto.
Al final no le había dicho todo lo que me afectaba…No pude llegar a decírselo. Siquiera se si se habrá dado cuenta que aquella persona, era un chico y creo que hoy no lo sabré.
Ahora estoy así, en mi cama, con mucha tarea, una molesta gripe, frustración y…Sabiendo que cada día, me enamoro más de Sebastian.
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