No puedo evitar sentirme un poco triste y preocupado…Hace una semana que no hablo más de dos palabras con Sebastian por día.
A simple vista nadie podía notarlo…Se veía como un chico popular, gruñón y egocéntrico, como lo había sido siempre. Pero yo sentía que no era lo mismo…Algo me lo decia, estaba muy raro.
-Séptimo día.-me dije a mi mismo mientras mis ojos se perdían en observar a las personas que pasaban por el patio del instituto…Aunque de en verdad, no pensaba en ello, podría pasar mi propia madre por allí y no la reconocería.
-Gatito deja de perderte en tus pensamientos, que luego no habrá nadie que te saque de ellos.- pude sentir como alguien se sentaba a mi lado.
-Ah, hola Nick.-
-Con que ánimos lo dices, pareciera que no quisieras verme.-
-No es eso, es que no estoy tan animado.-
-No te preocupes.-me acaricia la cabeza con una gran delicadeza, aquel afecto lo precisaba completamente.-Además aquí estoy.- sonríe, pocas veces se lo veía sonreír, eso me llenaba de más dicha.-Es por Sebastian ¿No?-
-No te puedo mentir Nick.-llevando mi cabeza a mis piernas.-Es por él, no se que le ocurre, siento que evita hablarme.-ya se estaban comenzando a humedecer mis ojos.
-No es eso Martín, te ves lindo llorando, pero no es bueno que lo hagas.-intenta calmarme y lo estaba logrando, aquel tono paternal me cautivaba.-Ya veras que Sebastian volverá a ser el mismo de antes, debe tener algunos problemas, solo eso.- asentí y intente crear una pequeña sonrisa para intentar no preocuparlo más. Tal vez tenía razón…
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
-Dime lo que te pasa.-
-A veces pierdes tu educación, no es de correcto acorralar a una persona de esta manera.-ve que uno de los brazos del mayor le impedía seguir su camino.
-Siquiera sabes lo que es estar acorralado chiquito.-lo mira fijamente a los ojos.- ¿Acaso no piensas en lo mal que se siente Martín?-
-Es lo mejor en estos momentos.-
-Siquiera puedo creer en tus palabras.-
-Ya te tiene a ti para animarlo, sigan conociéndose, no interferiré, además tengo muchas cosas que hacer.-
-¿Acaso le estas dejando de hablar solo por los exámenes que tienes que dar y toda esa fila de trabajos?-gira su rostro rápidamente, eso le indicaba que tenia algo de razón, pero el orgullo del pelinegro sobrepasaba todo.-Yo y Martín tan solo somos amigos.-
-¿Y a mi qué?-
-No te hagas el indiferente, que a veces ni te queda.-
-Claro…Y tu eres el maestro de la indiferencia.-
-Qué gracioso.- ríe irónicamente antes de seguir.-A mi me gusta Martín.-
-¿Entonces? ¿Por qué tanto palabrerío?-
-Aún no termina. Para mi existe mucha diferencia a qué me guste físicamente…Que al sentimiento del amor.-saca un cigarro de su pantalón.
-Pero a Martín si le gustas.-Nick sonríe un poco.
-¿Acaso te dijo que me amaba? A mi no, hasta ya llegamos a hablar de eso, si quieres pregúntaselo.-saca un encendedor del otro bolsillo.
-¿Desde cuando fumas?-ve como el de quinto año prendía el cigarro sin cuidado alguno y echaba el humo a la atmosfera.
-Hace dos años, pero lo hacia a escondidas, por eso no te enteraste. Además que solo lo hago en los momentos que hay exámenes.
-
-Que forma de ser tan rara que tienes.-
-Como si fuera normal ser como tu, pero si lo fuera, adoraría ser anormal, soy feliz igual. Chau, que sino no podre fumar tranquilo.-sigue por el pasillo rumbo a la terraza del instituto.
-Bye…Siempre me hace pensar que sus palabras tienen doble sentido...o cuádruple sentido.-empieza a nacer una fuerte carcajada, por suerte no había nadie por allí, sino lo darían como un loco que se ríe sin razon alguna.
Cuando la ola de risa estaba desapareciendo, pudo escuchar una voz que no había sentido antes. Parecía la de un chico cantando…Corroído por la curiosidad sigue el camino por el cual salía aquel cantó. Al parecer de nuevo iba a llegar tarde a clases.
----------------------------------------
Mientras tanto yo, aún perdiéndome en mis pensamientos a pesar de todo lo que me había dicho blackstar…Nick, me he acostumbrado tanto al nombre que usa por internet, que con frecuencia me confundo. Como iba diciendo…Que más da, ya no importa, no podía dejar de pensar en lo que le pasaba a Sebastian. Además que las clases de biología no sirven para olvidar estas cosas…
-Puede dejar de soñar Martín.-
-Eh si profesora, lo siento ¿Qué es eso?-viendo todo lo que había escrito la profesora en el pizarrón.
-Si hubiese prestado atención sabría que es un cuadro sobre la fotosíntesis.-todo a mi alrededor empezaba a reírse y yo tan solo sonreía apenado, siempre ocurría lo mismo, ya me estaba empezando a acostumbrar.
-¡Wa que vergüenza!-Salí agitando mi cabeza del salón.
-Pero igual así eres muy tierno Martu.-al comentario de una de mi compañera siguió la del resto y así sucesivamente. Parecía la mascota de 4º 3º, en vez de un alumno más, no dejaban de abrazarme, besarme la cabeza y consentirme.
En todas las escuelas que tuve siempre era igual, pero a pesar de eso nadie se enamoraba de mi, solo me veían como a un niño a quien cuidar y darle segundos de cariño...nada más.
-Pero igual los quiero a todos.-las chicas gritaron y me vuelven abrazar, me dejan sin aire cada vez que hacen eso, debería dejar de decir aquellas cosas.
-¡Dejen respirar a mi primo!-todas me soltaron al notar la presencia de mi prima, ella también era un enfoque de cariño, se veía tan mona, además con un año menos que nosotros la trataban como una hermana menor. Tenia suerte que por lo menos no se le tiraban tanto enzima como a mí…-¿Sigues vivo?-
-Claro que si.-en el piso pero me ayuda a levantarme.- ¿Ya es hora de irnos?-
-Si te quieres quedar hasta mañana aquí encerrado no tengo problema.- burlándose, pero yo también lo hubiese hecho, era una pregunta muy boba la que había hecho.
-¡Claro que no! Quiero descansar aunque sea por una horas de este infierno.-
Nos fuimos riendo hacia la salida, ganándonos algunas quejas de profesores, pero no nos importaba, ambos nos sentíamos muy felices en estar uno con el otro, ojala fuera mi hermana de enserio… ¡Que digo! ¡Aunque sea mi prima siempre será mi gemela! Siempre esta conmigo…Me anima en los momentos justos, simplemente la quiero.
-Hola.-aquella voz que hace tanto no había vuelto a sentir…
-¡Sebastian!-baje un poco el tono de voz para que no se notara lo sorprendido que estaba.-Hola.-Natalie tan solo sonríe y levanta su mano.
-¿Puedo quedarme a dormir a tu casa Martín?-
-Esto…¡Claro!¡Esas cosas no se preguntan Sebas!-le agarre el brazo, hace más de seis días que no lo tocaba, mi alma había vuelto a nacer pro aquellos dos minutos, antes de que el me alejara.
-Yo también quisiera quedarme en tu casa primito, pero tengo que estudiar.-casi lloriqueando.
-No te preocupes Meri, tú puedes quedarte todo el año luego de los exámenes si quieres.-se puso feliz nuevamente, esas escenas no duran tanto en ella.-¡Sebas te quiero mostrar unos mangas que están geniales!-
-No te pongas a hablar de yaoi en el autobús por favor.- de en verdad ya estaba alado nuestro el transporte, subimos, pero a pesar de lo que había dicho le empecé a hablar de los mangas…Que si, eran todos yaoi.- Ese ya lo leí.-todos nos quedamos en silencio.- ¿Qué dije?-
-¿Desde cuando egoman ve mangas yaoi por su cuenta?-Natalie me había robado las palabras de mi boca.
-Como si fuera la gran cosa.-poniendo pose de “soy genial y no me importa lo que digan”.
No pudimos evitar reírnos después de eso y Sebas tan solo frunció el seño furioso, lo habíamos hecho enojar, seria mejor que llegáramos rápido a nuestra parada…
-Yo me salve, tengo que bajar aquí.-se pone de pie rápidamente.
-¿A dónde vas Meri?-
-Es que voy a ir a la casa de una amiga que nos reuniremos para terminar un trabajo.- sonríe nos saluda y se baja.
-…-mire al pelinegro que estaba a mi lado y sonríe, era el momento de mi muerte.
-No te voy a hacer nada.-cambia su sonrisa y me vuelve el alma al cuerpo.
-Esta bien…Ah cierto ¿Por qué quieres ir a mi casa?-
-¿Qué tipo de pregunta es esa? Hace más de una semana que no voy, además preciso descansar mi mente de tantos estudios.-
-¿Entonces no vas por estar conmigo?-
-Si voy a tu casa es por eso, idiota.-me golpea la cabeza sin cuidado, casi me golpeo contra la ventanilla del autobús, pero sigo vivo.
-Qué cariño me tienes.- quejándome, de en verdad me dolió. Lo mire luego de hablar y vi en su cara que no estaba preocupado, tan solo miraba por la ventanilla como si hubiese algo interesante por la acera…y así se quedo por el resto del viaje, mientras yo tan solo lo seguí observando.
-Espero que si encuentres la llave ahora.-ya nos encontrábamos caminando rumbo a mi casa.- No quiero esperar cuatro horas afuera hasta que venga tu madre.-
-Ya lo se.-busque por toda la mochila.
Tenía razón, una vez paso eso y no fue para nada agradable…Además que justo ese día comenzaba el temporal de lluvia y para colmo hasta granizo. Ambos estuvimos en cama por una semana.
-¡Aquí estas! ¡Santificada seas llave!-la bese.
-¿Y eso?-ve que algo colgaba de ellas, era un pequeño peluche rosado.
-Me lo regalo Nick.-levanto un poco su cabeza pero no dice nada más al respecto.
-Vamos, abre.- asentí y abrí la puerta, él fue el primero en entrar…Como siempre, directo a la cocina, siquiera me pide permiso para ir, simplemente es como su segunda casa.
-Estaré en mi habitación cualquier cosa.-
-Espera.-me detuve, parezco un perrito ahora que lo pienso…-Ven a comer algo conmigo.-
-Que petición tan rara, pensé que querías comerte todo tu solo.-
-Tampoco soy así…-me le quede mirando.-Bueno, si, pero da igual, siéntate.-
-Pero antes…¿Qué quieres comer?-
-Quiero un café.-
-Son las dos de la tarde Sebastian, seria mejor almorzar.-
-Pero quiero eso.-
-Esta bien ¿Acaso es un antojo?-nos reímos y me puse a preparar dos café…Si, dos, me iba a sentir raro si comía otra cosa.
-¿Y estos pastelitos?-parecía que brillaban sus ojos…Si que tenia hambre.
-Los hice hoy por la mañana, me ayudo un poco mi madre, pero no los terminamos, saben muy b…-no me dejo terminar, ya estaba comiendo.
-Deliciosos.-me saca la taza de café de mi mano y se sienta de nuevo.
-De nada.- sonreí, me hacia sentir como si fuera su madre haciendo todo eso, además se veía tan bello así…Hasta merendando se ve genial, me dan tantas ganas de cuidarlo por siempre.
-Ninguna de mis novias me cocinaba así.-
-No seas tan exagerado.-
-Una vez estuve en el medico por intoxicaciones…-me reí un poco, pero no por que se hubiera intoxicado, sino por la cara de sufrimiento que hizo.
-Prometo que yo no te intoxicare.-
-Si en estos años no lo has hecho, dudo que ahora si, pero por las dudas vigilare la comida la próxima.-
Pero a pesar de los chistes que digiera, se veía muy calmado comiendo lo que yo preparaba, se notaba que le gustaba…No me lo creía tanto, pero era así.
-Martín quiero platicarte sobre algo.-su tono gracioso se había ido, ahora si estaba serio, empecé a sentir el mismo ambiente de la ultima vez que estuvo aquí…Me daba un poco de miedo.
-Este bien.-dije casi tartamudeando.
-Quiero hablar sobre Nick.-moviendo la cuchara en su taza.- Sientes algo por él ¿O me equivico?-
Me quede paralizado al instante…No sabia que contestarle, busque en mi cabeza alguna respuesta lógica para decirle, pero todo se mezclaba.
-¿No piensas responderme?-sacándome de la laguna de pensamientos que se había formado en mi mente.
-Sebas como sabes, la vez que te dije que sentía algo por él, era cierto. Pero luego de conocerlo…Los días pasaron, nos volvimos más cercanos y de en verdad me sentía feliz.Ayer…Hablamos, le explique, pero me hizo entrar en razón. Yo por el siento una gran amistad, lo quiero, pero como un amigo y él también me ve como un amigo.-
-Entonces era verdad.-susurra y se levanta de la silla.- Vamos a jugar a los videojuegos ¿Si?-me levante también y lo seguí hacia mi habitación.
¿Por qué me lo había preguntado? Luego de que le respondí, no toco más él tema,me deja completamente confundido de esta manera. Sabía que algo se escondía detrás de aquella pregunta, pero no puedo descubrir lo que de en verdad ocurre en su interior.Esperen, ya me estaba olvidando de algo...¡¿Se dio cuenta que me gustan los chicos?! Esto no puede estar pasandome...
No hay comentarios:
Publicar un comentario